La comida y los viajes
8 de Enero de 2021 • Texto: Jerónimo Llorens • Imágenes: M.ª Emilia Lobo Herrera
Desde muy joven me largue a la aventura de viajar. Caminar pueblos y desglosar ciudades. Sobre camiones, buses o trenes de carga. Autos, aviones o furgonetas. Barcos, trenes o motocicletas, he recorrido largas distancias por diversos países y continentes. Llegar a una ciudad que no conozco es algo que me excita y acelera el corazón como casi nada diría yo. Las caras, las calles, las culturas. La historia, los cuentos, los museos. Pero si hay algo que me moviliza fuertemente en mis viajes son los mercados de comidas. Sus olores, sus colores, sus gentes, sus gritos. En fin: su comida. Un caldo de mariscos con un pisco sour en el mercado de Puerto Montt o un sándwich de pescado frito a orillas del Bósforo en Estambul.
si hay algo que me moviliza fuertemente en mis viajes son los mercados de comidas. Sus olores, sus colores, sus gentes, sus gritos.
Una sopa de maní en el centro de La Paz o las mejores papas fritas en el más grasoso carrito de Bruselas. Unas chorreantes arepas "full equipo" en Caracas o un buen chop suey en el mercado chino de Bangkok. Arroz de todas las maneras en La Habana vieja o pinchos variados en algún tugurio de Bilbao. Un hermoso y sucio salchipapas de parado en Lima, Perú, una bandeja paisa en Medellín o una aceitosa pizza marinara sentado en una ruidosa vereda de Nápoles. Podría así seguir nombrando comederos populares hasta el fin, pero no quiero aburrir ni alardear. En la foto tratando de comer una sopa con palitos en algún bullicioso mercado de Saigón: tarea nada fácil tengo que aceptar. Y al final no se si debo aclarar, que la comida es mi excusa para viajar.
La comida y los viajes
8 de Enero de 2021 • Texto: Jerónimo Llorens • Imágenes: M.ª Emilia Lobo Herrera
Desde muy joven me largue a la aventura de viajar. Caminar pueblos y desglosar ciudades. Sobre camiones, buses o trenes de carga. Autos, aviones o furgonetas. Barcos, trenes o motocicletas, he recorrido largas distancias por diversos países y continentes. Llegar a una ciudad que no conozco es algo que me excita y acelera el corazón como casi nada diría yo. Las caras, las calles, las culturas. La historia, los cuentos, los museos. Pero si hay algo que me moviliza fuertemente en mis viajes son los mercados de comidas. Sus olores, sus colores, sus gentes, sus gritos. En fin: su comida. Un caldo de mariscos con un pisco sour en el mercado de Puerto Montt o un sándwich de pescado frito a orillas del Bósforo en Estambul.
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Fanzine Gastronómico y Plataforma Colaborativa: Intercambio de experiencias, conocimientos y miradas en torno a la alimentación.
Con el apoyo de:
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