El sabor de un barrio
20 de Marzo de 2021 • Texto: Victoria Robles • Imágenes: Victoria Robles
Realicé estas ilustraciones cuando leí la nota de Brote sobre un recorrido gastronómico por Alberdi. Las hice pensando en todo lo que comemos cuando comemos. Me pregunto; ¿puede la comida hacernos pensar en quiénes somos? Lo que sigue podría ser todo un pie de página para explicar esa pregunta.
Creo que en Alberdi, se condensan muchos significantes de lo que podría ser una “idiosincrasia cordobesa”. Acá la tradición no se encuentra en los libros; se encuentra recorriendo sus calles, la Historia (con mayúscula, la de la Reforma, el Cordobazo, el Pueblo de la Toma, la Córdoba negra de los esclavos, el Club y sus cientos de años, el movimiento obrero y estudiantil con sus tomas, sus peñas, su piojera, sus bailes) hoy se mezcla y se re elabora continuamente en los colores de Urkupiña, la hinchada antifascista del pirata, el perfume del chori a la salida del baile, el vermú de la tarde de los viejos, las milas del IME, el domingo cuarteteando de resaca. Como una fuerza carnavalesca y popular, la resistencia se camufla entre los colores y la fiesta.
"¿puede la comida hacernos pensar en quienes somos?"
Vuelvo a la escena sobre la comida. Aunque menos rimbombante, yo creo que esa Historia con mayúscula sigue anidando en esas calles, en el juntarse para probar un anticucho peruano en La isla de los Patos, incorporando un nuevo sabor y toda una cosmovisión del mundo, entre quienes siempre fueron relegados. Aprender una forma de organizarse sin dejar de bailar. Porque quizá, son esas pequeñas resistencias de lo cotidiano las que nos tiran en la cara la idea de la “idiosincrasia cordobesa”, nos embarran la cancha y nos hermanan. En Alberdi caminamos (y ¡saboreamos!) un territorio donde nuestro sentidos identitarios se re elaboran con cada paso y con cada bocado, produciendo un tipo de cultura que persiste en la historia, una cultura Mestiza. Cultura que, claro, es como el palo en la rueda para ese “progresismo” que significa domesticación.
Victoria Robles
Ilustradora cordobesa, hincha de Belgrano por tradición familiar. Vive y trabaja en Buenos Aires. Adoptó al “bicho de La Partenal" por amor.
El sabor de un barrio
20 de Marzo de 2021 • Texto: Victoria Robles • Imágenes: Victoria Robles
Realicé estas ilustraciones cuando leí la nota de Brote sobre un recorrido gastronómico por Alberdi. Las hice pensando en todo lo que comemos cuando comemos. Me pregunto; ¿puede la comida hacernos pensar en quiénes somos? Lo que sigue podría ser todo un pie de página para explicar esa pregunta.
Creo que en Alberdi, se condensan muchos significantes de lo que podría ser una “idiosincrasia cordobesa”. Acá la tradición no se encuentra en los libros; se encuentra recorriendo sus calles, la Historia (con mayúscula, la de la Reforma, el Cordobazo, el Pueblo de la Toma, la Córdoba negra de los esclavos, el Club y sus cientos de años, el movimiento obrero y estudiantil con sus tomas, sus peñas, su piojera, sus bailes) hoy se mezcla y se re elabora continuamente en los colores de Urkupiña, la hinchada antifascista del pirata, el perfume del chori a la salida del baile, el vermú de la tarde de los viejos, las milas del IME, el domingo cuarteteando de resaca. Como una fuerza carnavalesca y popular, la resistencia se camufla entre los colores y la fiesta.
"¿puede la comida hacernos pensar en quienes somos?"
Vuelvo a la escena sobre la comida. Aunque menos rimbombante, yo creo que esa Historia con mayúscula sigue anidando en esas calles, en el juntarse para probar un anticucho peruano en La isla de los Patos, incorporando un nuevo sabor y toda una cosmovisión del mundo, entre quienes siempre fueron relegados. Aprender una forma de organizarse sin dejar de bailar. Porque quizá, son esas pequeñas resistencias de lo cotidiano las que nos tiran en la cara la idea de la “idiosincrasia cordobesa”, nos embarran la cancha y nos hermanan. En Alberdi caminamos (y ¡saboreamos!) un territorio donde nuestro sentidos identitarios se re elaboran con cada paso y con cada bocado, produciendo un tipo de cultura que persiste en la historia, una cultura Mestiza. Cultura que, claro, es como el palo en la rueda para ese “progresismo” que significa domesticación.
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Fanzine Gastronómico y Plataforma Colaborativa: Intercambio de experiencias, conocimientos y miradas en torno a la alimentación.
Con el apoyo de:
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