Plebeyo sabe
20 de Febrero de 2021 • Texto: Brote • Imágenes: Martín Eynard & Brote
Siguiendo con nuestra intención de conocer más sobre nuestra cultura gastronómica local e intentar conectarnos con referentes de distintas áreas que estudien el fenómeno de la alimentación, tuvimos esta vez la oportunidad de conversar con Martín Eynard.
Martín es oriundo de Córdoba (Argentina), sociólogo, especializado en una perspectiva socio-antropológica en torno a la salud, el cuerpo y la alimentación. Licenciado en Sociología (UNVM) y Doctor en Ciencias Sociales y Humanas (UNQ). Realizó una estancia postdoctoral en la Università degli Studi di Padova (Italia). Es docente en dos universidades de Córdoba. Dicta cursos ligados al estudio de la cultura gastronómica, a partir de los cuales se ha convertido en uno de los principales formadores y referentes a la hora de difundir una mirada superadora y crítica en torno a la alimentación. Es hincha de Belgrano, padre y cuenta que se quema cuando cocina, pero igual sigue explorando.
Una calurosa noche de verano recorrimos el famoso Parque Sarmiento, el espacio verde parquizado más grande de la ciudad de Córdoba, ubicado en plena zona céntrica. Lugar de encuentro y esparcimiento de miles de cordobeses, es el punto estratégico y fundamental a la hora de buscar los mejores choripanes. Esta es la tarea que nos trae a esta zona. Comer un buen choripán y hablar un poco sobre este ícono de nuestra gastronomía.
El choripán, como su nombre lo indica, es básicamente un chorizo asado a la brasas dentro de dos panes, casi siempre acompañado con el tradicional chimichurri, lechuga y tomate. Comercializado por excelencia en carros dispuestos en la vía pública, esta preparación se ha convertido en el amo y señor de la comida callejera de esta ciudad. Exponente casi exclusivo de la misma y un elemento cargado de connotaciones y significados.
La magia que encierra el choripán como fenómeno social viene dado por su fuerte presencia en momentos claves que forman parte de nuestra cultura. Ritual obligado en todos los estadios del fútbol argentino, presente en marchas y movilizaciones por reclamos populares, es la comida por excelencia después de los bailes de cuarteto (música característica de Córdoba) o boliches de toda clase social. También el puesto callejero de choripán representa, para cualquier familia necesitada, una oportunidad de ingresos en momentos de carestía. En tiempos de crisis proliferan en barrios populares donde los carros formales no acaparan este mercado fuertemente regulado por el Estado.
Conversamos con Martín sobre uno de los eventos que estudia desde el año 2017: el Festival Mundial del Humor y el Choripán Cordobés. Desarrollado en este parque y organizado por el gobierno municipal de turno, se ha convertido rápidamente en un fenómeno social muy interesante. Su estudio etnográfico en el festival ayuda a entender el rol del Estado en el juego de disputas sociales que se dan en una ciudad fuertemente socio segregada, donde las distintas clases sociales cada vez se entrecruzan menos. En ese marco, Martín nos cuenta cómo la comida puede convertirse en un potencial punto de encuentro, de creación de consenso, de identidad. Para él, el choripán es una materialidad sumamente simbólica, emblema de lo plebeyo que se expande más allá de las fronteras de clase y que por esto se convierte en un elemento casi disruptivo. Cuando lo comemos ingerimos significados, dentro de un espacio de disputas y conflictos logra cohesión social, encontrando puntos de unión y en común entre distintas clases sociales. El festival, el parque y el choripán representan un espacio carnavalesco donde por un momento se ponen en suspenso algunos conflictos. Entendiendo históricamente al alimento como gran disparador de conflictos sociales y a su vez un gran productor de comunidad.
Hablamos también de los aportes que pueden realizar las Ciencias Sociales a las problemáticas relacionadas con la alimentación, aportando una mirada particular y constructiva. Opina que “…hay que encontrar el léxico y el canal de llegada de esos aportes para bajarlos del mundo y el lenguaje académicos…”. “Desde el punto de vista de la sociología la comida es un tema subestimado, no se le da la importancia que tiene. Para conocernos más nosotros mismos como sociedad y como cultura, tenemos que prestarle más atención.”
Elegimos el famoso y tradicional choripán del carro “Luisito” como acompañamiento a esta larga y valiosa charla que tuvimos con Martín y resumimos brevemente en estas líneas. Esperamos pronto poder publicar más sobre su interesante trabajo, contar con el aporte de su mirada compleja y constructiva acerca de este fenómeno y el de la alimentación en general. Sobre todo esto nos refiere Martín que “es mucho más importante de lo que creemos, en términos académicos y científicos, prestarle atención al tema de la comida. Solo se la aborda desde muy pocos puntos de vista. Esto empobrece lo que comemos, la gastronomía y nuestra cultura. Tenemos que estudiar más esto. Cuando lo estudiamos, nos desalienamos, tomamos conciencia sobre ese producto. Es imprescindible tomar conciencia sobre todos los procesos que producen lo que comemos.”
Martín Eynard
Licenciado en Sociología (UNVM) y Doctor en Ciencias Sociales y Humanas (UNQ). Realizó una estancia postdoctoral en la Università degli Studi di Padova (Italia). Es docente en dos universidades de Córdoba. Dicta cursos ligados al estudio de la cultura gastronómica, a partir de los cuales se ha convertido en uno de los principales formadores y referentes a la hora de difundir una mirada superadora y crítica en torno a la alimentación. Es hincha de Belgrano, padre y cuenta que se quema cuando cocina, pero igual sigue explorando.
Plebeyo sabe
20 de Febrero de 2021 • Texto: Brote • Imágenes: Martín Eynard & Brote
Siguiendo con nuestra intención de conocer más sobre nuestra cultura gastronómica local e intentar conectarnos con referentes de distintas áreas que estudien el fenómeno de la alimentación, tuvimos esta vez la oportunidad de conversar con Martín Eynard.
Martín es oriundo de Córdoba (Argentina), sociólogo, especializado en una perspectiva socio-antropológica en torno a la salud, el cuerpo y la alimentación. Licenciado en Sociología (UNVM) y Doctor en Ciencias Sociales y Humanas (UNQ). Realizó una estancia postdoctoral en la Università degli Studi di Padova (Italia). Es docente en dos universidades de Córdoba. Dicta cursos ligados al estudio de la cultura gastronómica, a partir de los cuales se ha convertido en uno de los principales formadores y referentes a la hora de difundir una mirada superadora y crítica en torno a la alimentación. Es hincha de Belgrano, padre y cuenta que se quema cuando cocina, pero igual sigue explorando.
Una calurosa noche de verano recorrimos el famoso Parque Sarmiento, el espacio verde parquizado más grande de la ciudad de Córdoba, ubicado en plena zona céntrica. Lugar de encuentro y esparcimiento de miles de cordobeses, es el punto estratégico y fundamental a la hora de buscar los mejores choripanes. Esta es la tarea que nos trae a esta zona. Comer un buen choripán y hablar un poco sobre este ícono de nuestra gastronomía.
El choripán, como su nombre lo indica, es básicamente un chorizo asado a la brasas dentro de dos panes, casi siempre acompañado con el tradicional chimichurri, lechuga y tomate. Comercializado por excelencia en carros dispuestos en la vía pública, esta preparación se ha convertido en el amo y señor de la comida callejera de esta ciudad. Exponente casi exclusivo de la misma y un elemento cargado de connotaciones y significados.
La magia que encierra el choripán como fenómeno social viene dado por su fuerte presencia en momentos claves que forman parte de nuestra cultura. Ritual obligado en todos los estadios del fútbol argentino, presente en marchas y movilizaciones por reclamos populares, es la comida por excelencia después de los bailes de cuarteto (música característica de Córdoba) o boliches de toda clase social. También el puesto callejero de choripán representa, para cualquier familia necesitada, una oportunidad de ingresos en momentos de carestía. En tiempos de crisis proliferan en barrios populares donde los carros formales no acaparan este mercado fuertemente regulado por el Estado.
Conversamos con Martín sobre uno de los eventos que estudia desde el año 2017: el Festival Mundial del Humor y el Choripán Cordobés. Desarrollado en este parque y organizado por el gobierno municipal de turno, se ha convertido rápidamente en un fenómeno social muy interesante. Su estudio etnográfico en el festival ayuda a entender el rol del Estado en el juego de disputas sociales que se dan en una ciudad fuertemente socio segregada, donde las distintas clases sociales cada vez se entrecruzan menos. En ese marco, Martín nos cuenta cómo la comida puede convertirse en un potencial punto de encuentro, de creación de consenso, de identidad. Para él, el choripán es una materialidad sumamente simbólica, emblema de lo plebeyo que se expande más allá de las fronteras de clase y que por esto se convierte en un elemento casi disruptivo. Cuando lo comemos ingerimos significados, dentro de un espacio de disputas y conflictos logra cohesión social, encontrando puntos de unión y en común entre distintas clases sociales. El festival, el parque y el choripán representan un espacio carnavalesco donde por un momento se ponen en suspenso algunos conflictos. Entendiendo históricamente al alimento como gran disparador de conflictos sociales y a su vez un gran productor de comunidad.
Hablamos también de los aportes que pueden realizar las Ciencias Sociales a las problemáticas relacionadas con la alimentación, aportando una mirada particular y constructiva. Opina que “…hay que encontrar el léxico y el canal de llegada de esos aportes para bajarlos del mundo y el lenguaje académicos…”. “Desde el punto de vista de la sociología la comida es un tema subestimado, no se le da la importancia que tiene. Para conocernos más nosotros mismos como sociedad y como cultura, tenemos que prestarle más atención.”
Elegimos el famoso y tradicional choripán del carro “Luisito” como acompañamiento a esta larga y valiosa charla que tuvimos con Martín y resumimos brevemente en estas líneas. Esperamos pronto poder publicar más sobre su interesante trabajo, contar con el aporte de su mirada compleja y constructiva acerca de este fenómeno y el de la alimentación en general. Sobre todo esto nos refiere Martín que “es mucho más importante de lo que creemos, en términos académicos y científicos, prestarle atención al tema de la comida. Solo se la aborda desde muy pocos puntos de vista. Esto empobrece lo que comemos, la gastronomía y nuestra cultura. Tenemos que estudiar más esto. Cuando lo estudiamos, nos desalienamos, tomamos conciencia sobre ese producto. Es imprescindible tomar conciencia sobre todos los procesos que producen lo que comemos.”
Martín Eynard
Licenciado en Sociología (UNVM) y Doctor en Ciencias Sociales y Humanas (UNQ). Realizó una estancia postdoctoral en la Università degli Studi di Padova (Italia). Es docente en dos universidades de Córdoba. Dicta cursos ligados al estudio de la cultura gastronómica, a partir de los cuales se ha convertido en uno de los principales formadores y referentes a la hora de difundir una mirada superadora y crítica en torno a la alimentación. Es hincha de Belgrano, padre y cuenta que se quema cuando cocina, pero igual sigue explorando.
Fanzine Gastronómico y Plataforma Colaborativa: Intercambio de experiencias, conocimientos y miradas en torno a la alimentación.
Con el apoyo de:
Fanzine Gastronómico y Plataforma Colaborativa: Intercambio de experiencias, conocimientos y miradas en torno a la alimentación.
Con el apoyo de: